Esta es una lasaña que tiene una capa de crema de espinacas, una segunda capa de pollo y champiñon y por último la crema bechamel de calabacín para gratinar. Es un poco laboriosa pero el resultado vale la pena. Podéis hacer más cantidad por el mismo trabajo y congelarla. Luego solo tendréis que calentar.
INGREDIENTES (para 4 comensales):
12 láminas de lasaña, 1 pechuga de pollo, 1 cebolla, 250 grs. de champiñon laminado, 250 gramos de queso enmental, sal, especias al gusto (pimienta molida, cominos molidos.. ), hierbas provenzales y oregano.
Para la Crema de Espinacas:
500 grs. de espinacas congeladas, 200 grs. de queso crema, 150 ml de nata liquida, 2 dientes de ajo, chorrito de aceite de oliva, pizca de sal y pimienta.
Para la Salsa Bechamel de Calabacín:
1 calabacín, 1 l. de leche, 60 grs. de mantequilla, un chorrito de aceite, 60 grs. de harina de trigo, nuez moscada, sal y pimienta molida.
Por un lado hacemos la crema de espinacas que podemos ver pinchando en el enlace.
Por otro, hacemos el relleno con el pollo y champiñon.
Comenzamos troceando la pechuga de pollo en trozos de bocado.
Ponemos una sartén con aceite a calentar.
Añadimos la cebolla cortada en juliana o también llamado en pluma. Le ponemos pizca de sal. Permitirá que la cebolla sude y vaya quedándo transparente más rápido.
A medio de hacer la cebolla, añadimos el champiñon fileteado y volvemos a añadir pizca de sal.
Cuando casi esta dorada la cebolla y el champiñón,
Rehogamos. No hagais demasiado la pechuga, es preferible que quede un poco cruda pues luego irá al horno y podría quedar muy seca si la hacéis demasiado.
Una vez preparadas todas las elaboraciones procedemos a montar la lasaña para llevar al horno.
Ponemos en una cazuela apta para horno, una base de salsa bechamel para que no se pegue la lasaña.
Ahora ponemos la láminas de lasaña que previamente hemos hidratado o cocido según instrucciones del fabricante.
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