La salsa holandesa tiene fama de ser muy dificil pero os puedo asegurar que es muy fácil y los ingredientes a mano de cualquiera. Se trata de una salsa elaborada con mantequilla, zumo de limón, y que utiliza yemas para emulsionar. Se sazona con sal y pimienta. Se utiliza para los famosos huevos benededict, como guarnición de espárragos frescos, para gratinar pescados, el marisco a la plancha o las verduras asadas. La preparación clásica es el punto de partida de otras salsas como La Salsa muselina a la que se le añade un chorrito de nata para cambiar la textura o la salsa de mostaza a la que se le añade una cucharada de mostaza de Dijón o la Salsa Maltesa que se le añade chorrito de zumo de naranja sanguina y unas gotas de curazao (licor).
INGREDIENTES:
2 yemas de huevo, 175 grs. de mantequilla derretida, 2 cucharadas soperas de zumo de limón, 1 cucharada de café de sal y pizca de pimienta molida.
Derretir la mantequilla en el microondas. Hacedlo poco a poco, poniéndo primero unos 30 segundos e ir poniéndo más tiempo si lo precisara. El motivo de hacerlo así es porque se puede quemar y dejar de servir.
PREPARACIÓN PASO A PASO:
Echar las yemas en un vaso de la batidora.
Añadir el zumo de limón.
Añadir la cucharada de café de sal.
Añadir la pizca de pimienta.
Ahora introducimos el brazo de la batidora hasta el fondo del vaso y sin moverlo comenzamos a batir, al tiempo que vamos añadiendo la mantequilla derretida poco a poco. Cuando comience a emulsionar levantar el brazo de la batidora muy poco a poco hacia arriba.
En el momento que emulsione, no es necesario batir más. Ya la tenemos.
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